viernes, 8 de julio de 2011

nah.

Y hoy me apetece hablar de los hombres, sí, puede que no todos sean iguales pero todos están cortados por el mismo patrón: inmaduros y con el síntoma SCG o "Se creen guapos" es un síntoma que afecta normalmente únicamente a los hombres y que, desgraciadamente, no tiene cura. Es un problema que afecta al cerebro dejándole con dos únicos pensamientos: Él y el sexo. Este síntoma va desde los 5 años hasta los 70 o su muerte. A los 5 años aparece cuando tu vas a darle un beso a tu primo pequeñín y te dice:"No me des un beso, ¡FEA!" y tú te quedas un poco pillada, a los 11 son unos bordes que solo saben decir gilipolleces, a los 13 son unos auténticos idiotas que solo buscan dejarte en ridículo, a los 16 son unos flipados que se creen que todo lo que hacemos lo hacemos por él. A los 25 son unos payasos. A los 30 unos infieles. A los 45 se creen los reyes de todo y a los 70 se creen más especiales por tener la edad que tienen. Espero que, querida amiga, esto le sirva para informarse y no se extrañe sobre lo gilipollas, estúpidos, flipados y capullos que pueden llegar a ser los hombres, advertirle también, que son felices quedando por encima de nosotras..

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Somos de las que prometen cambiar a principio de año y el día 2 ya se nos olvida todo. Somos bipolares. Nos encanta el chocolate blanco. A lo largo de nuestra vida hemos querido ser: pintoras, actrices, azafatas, abogadas, profesoras, arquitectas, y peluqueras. Queremos vivir en New York. Estamos obsesionadas con la ropa. Muchas veces nos importa una puta mierda la vida de los demás. Odiamos las faltas de ortografía. El 99% de las canciones que escuchamos son depresivas. Si abrimos los ojos en exceso y sonrio es que estamos a punto de explotar, somos cabezotas. No podemos evitar pararnos delante de un espejo o algo reflectante. A veces fingimos tener cosas que hacer para no quedar. Dejamos las cosas para el último momento, pero lo improvisado siempre sale mejor. Primero hablamos y luego pensamos. Por cada virtud tenemos 100 defectos.Llevamos el móvil en el bolsillo aunque sea cancerigeno.